Estas vacaciones hubo escapada familiar por fin hacia esa zona...intentando sacar tiempo para ambas cosas, pesca y familia...aunque sabemos lo difícil que es eso jejeje, y aunque el viento, concretamente el levante, no me dejo ir al agua lo que hubiera querido, finalmente pude hacer tres salidas para ver lo que era realmente el estrecho de Gibraltar.
La primera fue una salida por tierra, pues el levante no acababa de bajar...así que a resguardo nos tiramos un rato Javi, Raúl y yo. Agua a 22 grados y una visibilidad de 12 metros. La verdad es que no fue lo que esperaba...poco pescado y nada grande...jejeje
Pasaron unos días y por fin fue aflojando un poco el levante. Así por fin se pudo salir en lancha, gracias a Javier Morales, que fue el que me dejo acompañarlo en un par de salidas consecutivas. Un fuerte abrazo desde aquí paisano, todo un placer el que me hubieras hecho participe de ambas salidas de pesca, las guardare en el recuerdo gratamente, al igual que tu buen trato y el de tu lanchero David.
El primer día fue espectacular, aguas a 24 grados, con visibilidad que rondaba los 20 metros, y sin corrientes, cosa excepcionalmente rara por esa zona.
Aún así, el pescado no es que fuera abundante, aunque encontramos zonas con mucho comezón.
Quedará siempre en el recuerdo el encuentro con mi primer mero, especie típica y quizá la más codiciada del estrecho, el cual pude coger haciendo realidad un sueño.
El segundo día...se metio el poniente, enturbio el agua y la enfrio mucho por abajo, y el pescado desapareció...
Reaparecieron las corrientes...y pude sentir lo que los buzos por aquí llaman volar...dejándote llevar tras la picada por la corriente mientras sobrevuelas las piedras más rápido que si estuvieras dando aleta...una experiencia espectacular!!!
Os dejo las fotos...un abrazo compis
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